miércoles, 12 de octubre de 2011

Elogio al Zombi

Ahora se ha puesto muy de moda el fenómeno zombi, historias en las que, por alguna razón, un gran número de seres humanos se transforman en unas bestias que se atacan y devoran al resto de seres humanos.

Siempre se tildan de relatos del fin del mundo, apocalípticas. Terroríficas.

A mí me resulta bastante interesante que la mayor parte de las historias de zombis comiencen con la propagación de una pandemia incurable que destruye el mundo tal y como lo conocemos, y como parecen las más extendidas, voy a referirme a ellas a menos que lo indique.

Pero aquí habría que plantearse seriamente una pregunta. ¿Quiénes son los buenos y los malosen estos relatos? No respondáis a la ligera. Tomaos vuestro tiempo y pensad.

Puede que suene descabellado, pero… ¿acaso no puede ser el grupo inmune-superviviente elgrupo malvado?

El Zombi.

Vamos a empezar por definir qué es un zombi. Según la tradición, estos seres son cuerpos sin alma, muertos, que están controlados por la voluntad de otra persona, quien los ha devuelto a la vida, y a quien sirven y obedecen.

Sin embargo, actualmente esta definición de zombi se ha mezclado íntimamente con la de no-muerto o muerto viviente, y ha llegado a perder su cualidad de siervo. Podría decirse que la definición que hoy día se usa más es la de ser muerto viviente que ataca a cualquier ser vivo, al que, de conseguir matarlo o herirlo, convierte en un igual, conformando lo que se puede denominar una masa.

Nótese también, que junto con la pérdida de la característica de siervo, también se ha ido diluyendo su torpeza, lentitud, y, sobre todo, su falta de inteligencia. El monstruo post-humano, como denominaré a partir de ahora la zombi, actual puede llegar a ser una figura asombrosamente hábil e inteligente, o al menos con unos instintos predadores muy desarrollados, e incluso a veces ataca en grupos organizados.

Además, es igualmente curioso que este monstruo moderno, aunque no suele servir a nadie en particular, tiene una predilección antropófaga, y normalmente atacarán a los humanos en lugar de al resto de la fauna, con la excepción de haber sido previamente agredidos por otro tipo de animal. Esta llamativa característica no sólo se aplica a las bestias humanas: un perro zombi se lanzará primero contra un ser humano, aun habiendo otros de su misma especie más próximos a él. Es por eso que empleo el término antropófago y no caníbal. No es raro encontrarse con que, después de la primera expansión de la transformación zombi, queden sueltos los animales de los zoológicos y granjas cercanos, sin que éstos se vean afectados por la transformación o la caza por parte de la masa hambrienta. Esto me llama mucho la atención, pues dota a este monstruo de un fuerte respeto por la naturaleza.

La forma que tienen de aparecer en el panorama mundial es casi fortuita, y suele comenzar por la infección de algún mal físico, mental o esotérico. A partir de ese primer momento, la enfermedadse expande rápidamente por el resto de la población y es necesario llevar a cabo un despliegue armamentístico importante para intentar controlarla, algo que nunca se consigue, pues de un modo u otro acaba llegando tarde o temprano a todo el planeta. La contaminación será total, con la excepción de unos pocos que lucharán por sobrevivir frente a la masa.

Por último, me gustaría hacer hincapié en otro detalle: el monstruo no ataca a los que son como él. Una vez que un individuo sano es infestado, deja de ser objetivo de los ataques del resto de lamasa. Y de hecho, hay veces que se llega a paliar en parte la propagación gracias a que mueren por inanición, aun existiendo grandes cantidades de alimentos dentro del grupo.

Como conclusión, el ser monstruoso que voy a pasar a denominar post-humano, es un personaje cada vez más independiente, ágil, con unos instintos predadores muy desarrollados, un fuerte carácter antropófago, que transforma a quien abate en uno de ellos pero que no ataca a su propio grupo.

Los relatos.

Toda historia de zombis tiene como base la aparición de un gran mal de algún tipo, que normalmente tiene un alto índice de contagio entre la población, sobre todo en los relatos más contemporáneos.

Enfermedades, armas biológicas, mutaciones por radioactividad, magia negra, influencias cósmicas… un todo vale que acaba descontrolándose.

Cuando se trata de enfermedades, hay una curiosa gran vertiente de relatos en los que todo comienza con una cura milagrosa con resultados imprevisibles, o un experimento que se va de las manos.

Estas pandemias hacen que cambie la mente de los infectados, mermando o potenciando sus cualidades psíquicas y fisionómicas, y lo más importante, les da un objetivo común, que parece ser perseguir a los protagonistas.

Otra característica de los relatos es que son apocalípticos.

La palabra apocalipsis está relacionada con el fin del mundo por mediación de la Biblia, pues es el título del último de los libros del Nuevo Testamento, y en él se narra la destrucción del mundo en el Juicio Final Divino, lo que ha dotado a la palabra de una connotación muy negativa, relacionándola con todo tipo de desastres para la humanidad.

Sin embargo, etimológicamente, la palabra no tiene nada que ver con la destrucción, sino más bien al contrario. En su raíz griega apocalipsis significa revelación, quitar el velo.

El mal uso de esta palabra en la actualidad genera una interesante conclusión: “El fin del mundo será cuando caiga el velo”.

En la vida real.

Ahora bien, volviendo a la pregunta que hice en la introducción: ¿quién es realmente el bueno de la historia? ¿El superviviente o la masa? O dicho de otro modo: ¿Pueden las historias de post-humanos interpretarse como una caricatura perversa del mundo actual?

Un ejemplo de relato a partir de enfermedades:

Se crea una cura milagrosa para un cierto mal de la humanidad, pero al aplicarlo aparecen reacciones imprevistas que acaban sometiendo al individuo tratado en un ser mutante y airado, por lo que esa cura resulta en una nueva enfermedad altamente transmisible. El gobierno salvador entonces hace todo lo posible para que la enfermedad no se propague.

Ahora busquemos algo en el mundo real que se le parezca:

La economía mundial (de los países desarrollados) parece ser una gran cura para la falta de felicidad humana. La cosa parece ir bien, pero una pequeña falla en el sistema, llamémosla…desigualdad del reparto de riquezas, por ejemplo, hace que la cosa de descontrole y aparezca una masa airada que pretende derrumbar el mundo tal y como lo conocemos hoy día. Entonces, los salvadores hacen lo posible para detener a esta marea de post-humanos mediante los más diversos métodos, desde maniobras distractoras hasta la fuerza militar, para intentar impedir que se expanda por todos los sectores de la sociedad e infecte a los que milagrosamente se han salvado de la crisis.

Afortunadamente, la enfermedad se sigue expandiendo por el mundo, y quizás logre su objetivo. Parece que el velo está cayendo.

Es interesante comparar al nuevo post-humano con los activistas reales: son gente independiente, ágil e inteligente, que sabe organizarse, que sólo caza humanos (tiene una buena conciencia del medio ambiente natural), y que busca infectar al mayor número posible -de gente para que sean como ellos y sigan su causa.

Puede que en realidad el Think-Virus ya esté suelto por ahí, haciendo de las suyas.

Pero si existe la masa, el superviviente también, y ahora mismo no tiene problemas en emplear casi cualquier cosa con tal de asegurar su bienestar.

Como ya he expresado antes, el salvador emplea cualquier arma para controlar a la masa. ¿Por qué justamente ahora parece que se está reviviendo en los medios la moda Zombi? No me extrañaría que fuese algún intento de condicionamiento subliminal para asentar un rechazo a las manifestaciones de los activistas de la masa.

Esto me recuerda a un libro, que parece tener final feliz: tras años de investigación dentro de una zona infectada, un doctor consigue una verdadera cura para la enfermedad. Sin embargo, llega tarde para él, pues la masa no le cree y lo mata. Aun así, antes de morir, consigue pasar la cura a la siguiente generación de supervivientes.

Quizás aún haya esperanzas. Quizás se decidan alguna vez a emplear algún suero que realmente ayude a mejorar la situación para todos.

Mientras tanto, que la masa prepare su siguiente ola.